Guía completa sobre cómo se debe servir el vino blanco

El vino blanco es una bebida versátil y refrescante que puede realzar cualquier ocasión, desde una comida informal hasta una cena elegante. No obstante, par que puedas disfrutar de sus matices, es imprescindible conocer cómo se debe servir en vino blanco correctamente. ¡Sigue leyendo!

El arte de servir el vino va mucho más allá de solo verter el líquido en una copa, ¡no! Es un ritual que te permite conservar los sabores y aromas del licor para que el disfrute sea más placentero. Por ello, si deseas aprender, ¡lee hasta el final!

Selecciona la copa correcta

El primer paso para servir el vino blanco es elegir la copa correcta. Dicho esto, te recomendamos usar una copa de cristal transparente con un tallo largo y una boca más estrecha que el cuerpo. Esto permite apreciar el color y los matices del vino, mientras que el tallo largo evita que la temperatura de la mano afecte al vino en la copa.

Temperatura del vino

La temperatura es fundamental para disfrutar placenteramente de los sabores y aromas del vino blanco. Por ello, te sugerimos servir este licor a una temperatura entre los 8 °C y 12 °C. Sin embargo, esto puede variar un poco según el tipo de vino y tus preferencias personales.

Para enfriar el vino blanco, puedes colocar la botella en el refrigerador durante aproximadamente una hora antes de servirlo, o sumergirla en un balde con hielo y agua durante unos 15-20 minutos.

Servido del vino blanco

En primer lugar, sujeta la copa por el tallo, para evitar calentar el vino con el calor de la mano. Sostén la botella fuertemente por la parte inferior, siempre con la etiqueta hacia arriba.

Vierte una cantidad moderada de vino blanco en la copa, llenando aproximadamente un tercio o la mitad de la misma. Te recomiendo evitar llenar demasiado la copa para permitir que el vino respire y libere sus aromas.

Opta por maridaje

Además de ofrecer un buen servicio al momento de servir el vino correctamente, también sería ideal brindar bocadillos que complementen la experiencia. Sin embargo, ten en cuenta que algunos platillos van mejor que otros.

Por ejemplo, los vinos blancos más ligeros y frescos suelen maridar bien con mariscos, pescados y ensaladas, mientras que los vinos blancos más robustos pueden acompañar platos más elaborados como aves de corral o platos de pasta con salsas cremosas.

¡Salud!

Escrito por Juan Córdoba

Soy Juan Córdoba, apasionado por la tecnología y los licores. Cofundé un directorio de licorerías en EE.UU. para ayudarte a encontrar las mejores opciones. Me encanta explorar la historia y cultura de los licores.

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