El vino blanco es un licor exquisito para los sentidos, haciéndote experimentar distintos sabores y aromas. Sin embargo, para disfrutar de sus maravillosos matices es imprescindible conocer cómo se debe conservar el vino blanco. Con el cuidado adecuado podrás prolongar la vida útil de la bebida y mantener su calidad.
Dicho esto, es necesario conocer que el vino blanco es particularmente sensible a las condiciones ambientales debido a su composición y elaboración. Debido a su estructura, este tipo de licor es más susceptible al deterioro causado por la luz, la temperatura y la oxidación. ¡Toma nota!
Humedad requerida
La humedad es otra característica importante a considerar si deseas que tu vino blanco dure un tiempo prolongado en óptimas condiciones. Así que, la humedad recomendada para mantener el corcho humedecido está entre el 50% y el 70%.
Temperatura adecuada
La temperatura es uno de los factores más críticos en la conservación del vino blanco. Por ello, te recomendamos almacenar el vino blanco a una temperatura constante entre 7 °C y 13 °C. Asimismo, las variaciones extremas de temperatura pueden acelerar el proceso de envejecimiento y alterar el sabor del vino.
En este sentido, es necesario evitar almacenar el vino blanco en lugares donde esté expuesto a cambios bruscos de temperatura, como cerca de radiadores, estufas o áreas expuestas a la luz solar directa.
Posición de la botella
Aunque algunos vinos blancos pueden beneficiarse de un almacenamiento horizontal para mantener el corcho húmedo, otros están mejor almacenados en posición vertical para minimizar el contacto del vino con el corcho y prevenir la contaminación por posibles sustancias químicas del corcho.
En este caso, es necesario leer la etiqueta del vino y conocer su tipo para saber cuál es la posición adecuada para almacenar de forma exitosa.
Luz y vibración
La luz ultravioleta puede dañar los compuestos orgánicos del vino, lo que resulta en cambios no deseados en el sabor y el aroma. Por lo tanto, es fundamental almacenar el vino blanco en un lugar oscuro o en botellas tintadas que bloqueen la luz.
Por otro lado, las vibraciones constantes pueden perturbar los sedimentos en el vino y afectar su calidad. Es importante evitar almacenar el vino blanco en áreas donde esté expuesto a vibraciones excesivas, como cerca de electrodomésticos ruidosos o en estantes que se agiten con frecuencia.
Tips adicionales para conservar el vino blanco
¡Toma nota de algunos consejos adicionales!
- Rotación de botellas: Si tienes una colección de vinos blancos, es recomendable rotar las botellas ocasionalmente para garantizar un envejecimiento uniforme.
- Sellado hermético: Asegúrate de que las botellas estén bien selladas para evitar la oxidación. Utiliza tapones de corcho de calidad o sellos herméticos al vacío para mantener el vino fresco.
- Etiqueta de almacenamiento: Para facilitar la organización de tu bodega o área de almacenamiento, etiqueta las botellas con información relevante, como la fecha de compra, el tipo de vino y la añada.
- Evitar olores fuertes: El vino blanco puede absorber olores no deseados del entorno. Evita almacenar el vino cerca de productos químicos, productos de limpieza, o alimentos con olores fuertes.
Ya sea para un consumo rápido o para un envejecimiento prolongado, aprenden cómo se debe conservar el vino blanco, te asegurará que cada sorbo sea una experiencia única. ¡Salud!