¿Eres un fanático de los licores? Aquí te enseñaremos la manera correcta de cómo se debe servir las cervezas europeas. De este modo, puedes conservar mejor la espuma, la consistencia y claramente, brindar una imagen profesional como anfitrión en tu reunión.
Las cervezas europeas cuentan con diversos estilos. En este sentido, puedes encontrarte con algunas ligeras y refrescantes o también opciones oscuras y complejas. Sin embargo, sea cual sea tu caso, es imprescindible conocer cómo servirlas para resaltar tus sabores y matices.
Así que, ¡Vamos a descubrirlos juntos!
Pasos para servir las cervezas europeas correctamente
Ciertamente, hay un modo de servir las cervezas europeas, y aunque no lo creas, esto determina la calidad de la misma. Ya que, a través de una excelente distribución, puedes conservar mejor los sabores, aromas y texturas.
Temperatura
La temperatura es uno de los factores más resaltantes a la hora de servir una cerveza europea. Si quieres degustar una cerveza lagers que es muy ligera y refrescante, es necesario beberse muy fría para resaltar su frescura.
Si te encuentras bebiendo una cerveza como las ales belgas o las stouts, estas debes servirlas con una temperatura más cálida para que liberen sus aromas y sabores. ¿El truco? Enfría las lagers entre 4 y 7 grados Celsius, mientras que las ales pueden estar entre 10 y 12 grados Celsius.
Elección del vaso
Para poder servirnos una cerveza de la manera correcta, lo primero que debemos tomar en cuenta es el vaso. Ya que, esto marca una gran diferencia. Como ya lo mencionamos, el estilo dictamina la forma de servir y esto también influencia el vaso adecuado.
Si vas a beber una cerveza del tipo Pilsner, es recomendado buscar un vaso alto y alargado que nos permita apreciar su color dorado y mantener su espuma refrescante en la parte superior. Mientras que las belgas se recomiendan servirse en copas tipo tulipán que capturan mejor el sabor.
Inclinación y espuma cremosa
Cuando estemos sirviendo una cerveza es muy importante inclinar nuestro vaso en un ángulo de 45 grados y verterla lentamente mientras el vaso está de costado. De esta forma no se crea una espuma excesiva y preservamos el aroma a la hora de probarla.
La espuma de la cerveza no es solo para decorar, es un ingrediente relevante para disfrutar de la experiencia. La espuma ayuda a mantener los aromas y agrega una textura suave y agradable cuando la probamos. Con una espuma de un dedo del grosor es ideal para captar todos los aromas.
¡Disfruta de los detalles!
Tomate unos segundos para apreciar la cerveza servida. Algunas marcas europeas son reconocidas por brindarte espectáculos visuales y gustativos. Por ejemplo, las cervezas belgas normalmente se disfrutan con una rodaja de naranja o ramitas de hierba.
Si les brindamos estos pequeños detalles a la hora de servir, no solo la haremos estéticamente agradable, sino que también lograremos realzar los aromas y sabores de la cerveza.
La próxima vez que sirvas una cerveza, tómate un momento para hacerlo correctamente y sumérgete en tu bebida. ¡Salud!