Los espumosos y licores son mucho más que bebidas para disfrutar en reuniones o celebraciones. Por este motivo, si deseas brindar un servicio de calidad, te recomiendo aprender cómo se debe servir el champagne; ya que, de este modo, puedes conservar su efervescencia y calidad.
La forma de servir el champagne puede influir mucho en su composición, por ello es recomendable conocer el modo correcto. De esta forma, puedes disfrutar de sus burbujas, sabores y aromas. ¡Sigue leyendo para conocer más!
La elección de las copas: La forma importa
Para comenzar con los pasos que te ayudarán a servir el champagne correctamente, iniciaremos con la elección de copas. Dicho esto, las mejores para disfrutar de un buen espumoso, son las copas tipo flautas o tulipán.
Este tipo de cristalería están diseñadas específicamente para realzar los sabores y aromas de los espumosos. Ya que, al ser copas de formas estrellas, estas permiten mantener las burbujas correctamente y concentrar los sabores en la parte superior.
Temperatura perfecta: Ni demasiado frío, ni demasiado caliente
El champagne es una bebida que debe mantener una temperatura adecuada, para que puedas disfrutar mucho más de sus sabores. Por este motivo, lo ideal sería mantener el servicio entre 7 °C y 10 °C. Si de pronto el champagne está muy frío, este puede adormecer los sabores y perdería la calidad.
En cambio, si está muy caliente, las burbujas pueden volverse muy agresivas estropeando el momento de degustación. Para lograr la temperatura perfecta, refrigera la botella durante al menos tres horas antes de servirla o sumérgela en un balde de hielo durante aproximadamente 20 minutos.
Descorchar con estilo: Sin explosiones innecesarias
Después de enfriar la botella, es hora de abrir el champagne. Para ello, sujeta firmemente la botella con una mano y retira con cuidado la cápsula que cubre el corcho. Ahora, inclina la botella en un ángulo de 45 grados y gira lentamente la base de la botella, sin mover el corcho.
Mantén la presión sobre el corcho mientras giras suavemente la botella hasta que logres escuchar un susurro suave, en lugar de un estallido estruendoso. Esto ayuda a preservar las burbujas y evita derrames innecesarios.
El vertido perfecto: Suavidad y precisión
Para finalizar, al momento de servir el champagne, te recomendamos hacerlo suavemente y con presión.
Inclina la copa ligeramente hacia un lado y vierte el champagne lentamente por el lado de la copa, evitando verter directamente en el centro. Esto minimiza la agitación de las burbujas y ayuda a mantener la efervescencia.
Llena las copas solo hasta aproximadamente dos tercios de su capacidad para permitirle espacio a las burbujas y aromas. De este modo, la bebida puede desarrollarse mejor, ofreciéndote una experiencia más agradable.
Sigue estos pasos para aprender cómo se debe servir el champagne. ¡Salud!