Cuando no conocemos mucho sobre una bebida, es ideal entender la mejor forma de degustarla. En esta ocasión, te queremos explicar cómo se debe servir el anís. Es un licor fuerte, pero bastante popular a nivel mundial y podrás apreciar mejor su sabor si lo sirves adecuadamente,
Además, el proceso no es muy complejo, consta de 5 pasos esenciales y basados en las preferencias personales. Puedes comenzar por elegir el mejor vaso, o la temperatura ideal para saborear sus matices. A continuación, te explicamos esto con más detalles.
1. Elige el vaso adecuado
La selección del vaso adecuado es el primer paso para mejorar la experiencia al tomar anís. Es ideal optar por un vaso tipo catavinos o vaso de chupito, y esto no es solo una cuestión de estética; estas formas están diseñadas para concentrar los aromas del anís.
Al tomarlos en estos tipos de vasos, los aromas se irán desplegando y se aprecian plenamente al acercarlo a la nariz. Además, la elección del vaso adecuado también puede influir en la percepción visual del licor, resaltando su color transparente y brillante.
2. Temperatura
Otro de los puntos para saber cómo se debe servir el anís es la temperatura. Esto es muy importante para degustarlo de manera apropiada. Aunque el anís se puede disfrutar tanto a temperatura ambiente como ligeramente refrigerado, la temperatura óptima puede variar según las preferencias de cada persona y el tipo de anís en cuestión.
Por ejemplo, algunos aprecian la calidez del anís a temperatura ambiente, ya que esto permite que sus aromas y sabores se desarrollen completamente. Mientras que otros prefieren enfriarlo ligeramente para resaltar su frescura y refrescar el paladar.
3. La cantidad
El ritual de servir el anís es una parte integral de la experiencia. Al verter el anís en el vaso, se recomienda una medida moderada para permitir que los aromas se liberen gradualmente. Una cantidad excesiva podría ser abrumadora.
Por otro lado, sostener el vaso en la mano durante unos momentos puede ayudar a calentar ligeramente el licor, lo que intensifica sus aromas. Este proceso de calentamiento también puede despertar los sentidos y preparar el paladar para la degustación.
4. Agregar agua
La adición de agua al anís es una práctica común, especialmente cuando se trata de anís seco. Esta mezcla diluida no solo reduce el contenido alcohólico del licor, sino que también desbloquea y realza los sabores y aromas presentes en el anís.
La proporción de agua añadida puede variar según las preferencias de cada persona, pero generalmente se recomienda una parte de anís por cada tres partes de agua. Este proceso de dilución suaviza el licor y lo convierte en una bebida más suave y agradable al paladar.
5. Acompañamientos
Para cerrar, tenemos los acompañamientos, un elemento que va más allá al momento de entender cómo se debe servir el anís. Esta bebida se presta tanto para disfrutarla sola como para hacerlo con una variedad de alimentos y aperitivos.
En algunas culturas mediterráneas, es usual servir anís con aperitivos salados como aceitunas, frutos secos o quesos, ya que su sabor anisado complementa perfectamente estos sabores. Por otro lado, en otras ocasiones, el anís se sirve con dulces como pastas, chocolates o postres.
Ahora que sabes cómo se debe servir el anís, recuerda hacer todos estos pasos para poder disfrutarlo a lo grande. Es une bebida que para muchos es sencilla, pero que llega a ser interesante si lo sabes degustar.