¿Estás interesado en conocer cómo se fabrica el vino blanco? El proceso para obtener un bien licor es tan sencillo que puedes recrearlo en la comodidad de tu hogar, y disfrutar de tus propias cosechas. Aunque esta información también es ideal para convertirse en un experto del vino. ¡Lee hasta el final!
El vino blanco destaca por su atractivo color, entre dorado, amarillo o en algunas ocasiones un verde muy claro que te seduce instantáneamente. Asimismo, cada botella te ofrece una explosión de sabores y aromas complejos que no te puedes perder. Sin embargo, cada sorbo que disfrutarás viene acompañado de un arduo proceso.
Selección de uvas
Este interesante viaje comienza en los viñedos, donde los viticultores se encargan de seleccionar cuidadosamente cada una de las uvas que serán empleadas en el proceso de fabricación.
Entre la selección se pueden escoger uvas clásicas como Chardonnay, Sauvignon Blanc, Moscatel, Riesling, Verdejo, entre otras. El tipo de uva dependerá mucho de la región donde se produzca el vino blanco. No obstante, cada una de ellas poseen características genuinas que le aportan personalidad y carácter al licor.
Vendimia
Cuando las uvas alcanzan su punto de madurez óptimo, es momento de realizar la vendimia. Este proceso es indispensable, ya que la calidad de las uvas influirá significativamente en el resultado final del licor.
Las uvas se cosechan a mano o puede ser a máquina, todo dependerá de las prácticas del viñedo y el estilo que se desee. Asimismo, al momento de agruparlas, se trata de hacer con el mayor cuidado para que las uvas no se estropeen.
Proceso del prensado
Después de la vendimia, las uvas blancas se trasladan a la bodega, donde se realiza el prensado. Durante este proceso, las uvas se someten a una ligera presión para extraer el mosto, que es el jugo de uva sin las cáscaras.
El prensado puede ser suave para obtener un mosto delicado o más fuerte para extraer más jugo y sabor de las uvas. Todo este proceso y la presión que se ejerce en la fruta dependerá del tipo de vino que deseas obtener.
Clarificación y fermentación
Una vez obtenido el mosto, se procede a clarificarlo para eliminar cualquier impureza o residuo sólido que se haya generado durante los procesos anteriores. Después de ello, el mosto se traslada a los tanques de fermentación, donde se le añade levadura para iniciar el proceso de fermentación.
Durante la fermentación, las levaduras convierten los azúcares presentes en el mosto en alcohol y dióxido de carbono, creando así el vino.
Envejecimiento y maduración
Para continuar esclarecimiento las dudas sobre cómo se fabrica el vino blanco, en este apartado hablaremos sobre el envejecimiento del licor, el cual dependerá mucho del estilo de vino que desees obtener.
Algunos vinos blancos se fermentan y se embotellan rápidamente para mantener su frescura y juventud, mientras que otros pueden pasar meses o incluso años en barricas de roble o tanques de acero inoxidable para desarrollar complejidad y carácter.
Mezcla y estabilización
Este proceso no es obligatorio, pero es bueno considerarlo porque algunos vinos durante su elaboración se mezclan con otros licores para otorgarle el perfil deseado, con la combinación de sabores y aromas.
Seguido de ello, también se lleva a cabo la estabilización del vino, donde se ajusta su acidez, dulzura y otros componentes que garanticen un perfecto matiz, entre el equilibrio de los sabores y la consistencia.
Embotellado
Finalmente, el último paso de cómo se fabrica el vino blanco, el vino está listo para ser embotellado, etiquetado y posteriormente, disfrutado. Algunos vinos blancos pueden beneficiarse de un período adicional de envejecimiento en la botella antes de ser lanzados al mercado, mientras que otros están listos para ser degustados de inmediato.
¡Salud!